El creciente protagonismo del alquiler: un cuarto de los hogares españoles ya lo prefiere
20/08/2025 - ⏱️ 2 min
El paisaje residencial de España exhibe una transformación silenciosa pero significativa. En 2025, uno de cada cuatro hogares vive en régimen de alquiler, lo que representa el 25 % del total. Esta tasa ha escalado desde el 18 % en 2018, confirmando una tendencia sostenida que refleja profundas mutaciones sociales, económicas y culturales en nuestro país. (Fotocasa Research, junio de 2025)
Un modelo en transición: del ideal del propietario al alquiler como norma
Históricamente, España se ha definido por su elevada tasa de propietarios. Hasta hace poco, el ideal familiar —y social— establecía que la vivienda debía comprarse. Sin embargo, los datos indican un cambio evidente: el porcentaje de propietarios ha caído al 58 %, en contraste con el incremento de los hogares en alquiler. Esta transición simboliza una mutación en prioridades y capacidades: quienes antes invertían en propiedad ahora optan por la flexibilidad, o se ven forzados por las condiciones económicas, a vivir de alquiler.
Uno de los principales motores de esta tendencia es el acceso a la vivienda. El contexto económico —salarios estancados, crédito más difícil y precios disparados tanto en compraventa como en alquiler— empuja a muchas familias, especialmente jóvenes y de ingresos medios o bajos, a resignarse al alquiler como única alternativa viable.
Causas estructurales del auge del alquiler
Económicas: los precios de venta han crecido hasta un 47 % en la última década, mientras que los alquileres se han disparado un 57 % desde 2015.
Demográficas: la movilidad laboral, las nuevas estructuras familiares y la urbanización concentran la demanda en alquiler, especialmente en zonas metropolitanas y costeras.
Culturales: las generaciones jóvenes valoran la movilidad y priorizan experiencias frente a inversiones inmobiliarias de largo plazo.
Oferta limitada: el déficit de vivienda estimado por el Banco de España entre 450 000 y 600 000 unidades, junto con una vivienda pública minúscula (1,5 % del total), agrava la presión sobre el alquiler.
Riesgos y oportunidades para el mercado inmobiliario e inversores
El crecimiento del alquiler convierte al mercado residencial en una oportunidad de mayor rentabilidad y estabilidad para el capital institucional. Al mismo tiempo, este giro genera tensiones sociales: el encarecimiento del alquiler y el freno al acceso a la propiedad crean barreras que impactan directamente sobre la cohesión social y el desarrollo económico.
Para las familias, la escalada en los costes de vida se traduce en menor capacidad de ahorro, retraso en la emancipación y mayor vulnerabilidad estructural. Desde una perspectiva inversora, no obstante, el alquiler —y, por extensión, los modelos de vivienda en tenencia flexible— se consolidan como un activo atractivo y cada vez más demandado.
Mirando hacia el futuro: ¿un alquiler consolidado?
No se trata de una moda pasajera. El aumento sostenido del alquiler —observado desde 2018— sugiere que esta forma de acceso residencial ha llegado para quedarse. Y aunque aún no alcanza los niveles promedio europeos, donde el alquiler supera el 30 %, el salto al 25 % este año confirma que el mercado español se orienta cada vez más hacia un modelo mixto o incluso predominante de arrendamiento.
Este escenario plantea desafíos urgentes de política pública: ampliar el parque de vivienda protegida, promover modelos de alquiler asequible y reforzar los mecanismos regulatorios en zonas tensionadas. Solo así será posible equilibrar la flexibilidad que aporta el alquiler con la estabilidad que brinda la vivienda digna.
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Referencias: Fotocasa Research; Cadena SER; Infobae; Diario AS; El País; Wikipedia.
Disclaimer: Este artículo tiene fines exclusivamente informativos y no constituye, en ningún caso, una recomendación ni puede interpretarse como consejo de inversión.