Escasez de oferta residencial en España impulsa la tensión en el mercado inmobiliario
12/08/2025 - ⏱️ 3 min
Madrid – El mercado residencial español se enfrenta a una situación inédita: la oferta de viviendas en venta ha caído un 20 % durante el segundo trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de Idealista. Se trata del desplome interanual más pronunciado jamás registrado en sus series históricas.
Esta caída es generalizada: todas las capitales de provincia han registrado descensos, salvo Málaga con un 3 %. Las caídas más extremas se dan en Segovia y Ciudad Real (–45 %), Oviedo (–44 %), Albacete (–41 %) y Logroño (–40 %). En los grandes núcleos urbanos, Bilbao ha visto disminuir la oferta en un 33 %, seguida de Sevilla (–26 %), Madrid (–25 %), Valencia (–24 %), y Barcelona, Palma y San Sebastián (–21 %).
La contracción de oferta coincide con un récord en transacciones: durante el primer semestre de 2025 se han cerrado 357.533 compraventas, el mayor número desde 2007. Esta convergencia entre mayor demanda y menor oferta ha añadido una presión alcista significativa a los precios.
Más aún, el acceso al alquiler ha alcanzado niveles críticos. El precio medio mensual se sitúa en 1.155 €, según el Observatorio del Alquiler (Fundación Alquiler Seguro y Universidad Rey Juan Carlos). El agotamiento del parque disponible agrava aún más la equidad en el acceso a una vivienda.
Factores estructurales detrás de la crisis
Factores estructurales explican esta situación. La crisis inmobiliaria que se prolonga desde 2022 se fundamenta en un déficit habitacional estimado entre 450.000 y 600.000 viviendas, conforme al Banco de España. Las viviendas públicas y sociales apenas representan entre el 1,5 % y el 3 % del parque total —muy por debajo de la media europea del 9 %—.
En paralelo, solo se visaron 127.500 viviendas nuevas en 2024, cifra muy inferior al ritmo de creación de hogares (más de 259.000 anuales entre 2021 y 2024). Esta disfunción se explica, entre otras razones, por la escasez de suelo urbanizado, la rigidez burocrática (con plazos que superan los 12 meses para licencias), y los elevados costes de construcción.
En consecuencia, el coste económico de la vivienda sigue escalando. Según la misma fuente, los precios de compraventa crecieron entre un 7,5 % y un 12,2 %, y el alquiler se elevó un 10,3 % en 2024. El Banco de España estima que el precio medio podría estar sobrevalorado entre un 1,1 % y un 8,5 %.
Impacto social y desigualdades
Las tensiones son palpables en la vida cotidiana. Según AP News, las rentas han casi duplicado en la última década en ciudades como Madrid y Barcelona, mientras el parque público de alquiler apenas alcanza el 2 % —muy por debajo de la media de la OCDE—. Este déficit de vivienda asequible ha movilizado protestas masivas en primavera, con miles de manifestantes reclamando políticas habitacionales más efectivas.
En este contexto, las dificultades para acceder a una vivienda, especialmente entre los jóvenes, migrantes y hogares con ingresos limitados, siguen creciendo. Según El País, pese al auge de las compraventas, el acceso sigue siendo la principal preocupación social, con apenas un 7 % de vivienda protegida y el 78 % de las ventas correspondiente a segunda mano.
El desafío inmobiliario de España
España enfrenta un dilema estructural: un mercado con demanda persistente y dinámica demográfica, pero con oferta rígida y pocas iniciativas estructurales que logren revertir el desequilibrio. A corto plazo, la tensión seguirá alimentando el encarecimiento de los precios residenciales y el alquiler, erosionando el acceso a vivienda digna y profundizando las desigualdades. A mediano y largo plazo, solo reformas profundas en urbanismo, legislación del suelo, agilización administrativa y un aumento significativo del parque público logran revertir la tendencia.
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Disclaimer: Esta información se ofrece únicamente con fines periodísticos y no constituye, ni debe interpretarse como, asesoramiento de inversión.