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El nuevo termómetro de las rentas sube: el índice del INE para actualizar alquileres alcanza el 2,15% en julio

15/08/2025 - ⏱️ 2 min

Madrid — 14 de agosto de 2025. El Índice de Referencia de Arrendamientos de Vivienda (IRAV), el indicador oficial que determina la actualización anual de la renta en los contratos firmados tras la entrada en vigor de la Ley de Vivienda (25 de mayo de 2023), subió en julio al 2,15%, encadenando su segundo avance mensual y quedándose cerca del máximo del año (2,28% en febrero), según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El valor de 2,15% supone un ligero repunte frente al 2,10% de junio y consolida un escenario de revisiones moderadas de las rentas residenciales, muy por debajo de los picos inflacionarios de 2022–2023. El dato fue difundido el 13 de agosto de 2025 y el propio INE lo incluye ya en su ficha de “últimos datos”.

Qué es el IRAV y a qué contratos aplica

El IRAV es el índice oficial creado para sustituir al IPC como referencia de actualización en los contratos firmados desde el 25 de mayo de 2023. Para esos contratos, la subida máxima viene acotada por el valor mensual del IRAV publicado por el INE en la fecha de revisión del contrato. Varios medios especializados y generalistas coinciden en esta interpretación y en el dato de julio: 2,15%.

El indicador combina la inflación general y la subyacente y pivota alrededor de un valor de referencia del 2% (alineado con el objetivo del BCE). Esta metodología busca suavizar oscilaciones en periodos de shocks de precios y dotar de previsibilidad a las actualizaciones de renta.

El telón de fondo macro: inflación contenida, pero no neutral

El repunte del IRAV en julio convive con una inflación general del 2,7% interanual y una subyacente del 2,3%, de acuerdo con el INE. Ese diferencial ayuda a explicar por qué el IRAV se mantiene en la franja del 2%–2,3%: refleja presiones de precios todavía presentes, pero filtradas por su fórmula.

Conviene recordar el marco transitorio: en 2023 y 2024 rigieron topes extraordinarios del 2% y 3%, respectivamente, para limitar actualizaciones por la vía del IPC en contratos previos a la Ley de Vivienda. Con el despliegue del IRAV, esa arquitectura temporal ha ido cediendo paso a un mecanismo estable y explícito para los contratos nuevos.

Impacto para inquilinos y propietarios

Para un arrendamiento de 1.000 € mensuales, una revisión con el IRAV de 2,15% implica un incremento de 21,50 € al mes tras un año, hasta 1.021,50 €. La cifra ilustra la moderación relativa del ajuste frente a escenarios de inflación desbocada, pero confirma que la renta real tiende a recuperar terreno a medida que los precios se consolidan cerca del objetivo del BCE. (Cálculo propio a partir del dato oficial del INE.)

Para los propietarios con carteras residenciales, un IRAV estable en el entorno del 2%–2,3% respalda previsiones de ingresos indexados sin generar salto de morosidad por sobrecarga al inquilino. Para los inquilinos, el indicador ofrece visibilidad: la actualización se rige por una cifra conocida y publicada mensualmente, sin depender de la volatilidad puntual del IPC ni de cláusulas ambiguas.

Señales para el mercado inmobiliario

  1. Gestión de activos: operadores institucionales y family offices con exposición a residencial en alquiler pueden proyectar flujos con mayor precisión. Un IRAV anclado cerca del 2% encaja con business plans conservadores, especialmente en build-to-rent y carteras dispersas. (Análisis editorial sobre la base de los datos del INE.)
  2. Valoraciones: rentas indexadas y predecibles tienden en general a sostener yields en un contexto de tipos que, aunque bajando, siguen por encima de la media de la última década. Si el IRAV se mantiene próximo al 2%, los DCF de carteras residenciales ganan visibilidad. (Análisis editorial.)
  3. Oferta y demanda: al limitar picos de actualización, el IRAV reduce el ruido regulatorio y puede favorecer la formalización de contratos —especialmente en plazas tensionadas— frente a alternativas informales. (Análisis editorial.)

Cómo encaja julio en la tendencia del año

El 2,15% de julio se queda por debajo del máximo anual de 2,28% en febrero, pero está por encima del valle cercano al 2% que se observó en mayo. La deriva sugiere una meseta en torno al objetivo del BCE, compatible con una desinflación lenta en servicios y alquileres. La prensa económica subrayó ayer esa proximidad al techo anual.

Varios medios sectoriales recogieron el dato en tiempo real —Brainsre, Idealista, entre otros— y recordaron que el IRAV solo aplica a los contratos suscritos después del 25 de mayo de 2023; los anteriores pueden seguir otras referencias contractuales, sujetas a lo pactado y a la normativa transitoria que estuvo vigente.

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Fuentes principales

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Disclaimer: Esta información es meramente informativa y no constituye, en ningún caso, una recomendación ni asesoramiento de inversión.

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