Reforma fiscal británica al horizonte: ¿hacia un impuesto progresivo sobre viviendas de alto valor?
19/08/2025 - ⏱️ 2 min
El Tesoro del Reino Unido está evaluando una propuesta profunda que podría alterar el modelo fiscal sobre la propiedad residencial. Según informaciones publicadas este lunes, se estudia la introducción de un nuevo impuesto sobre viviendas con un valor superior a £500 000, con el objetivo de sustituir el actual stamp duty («Impuesto sobre Transmisiones de Bienes Inmuebles») aplicado a la compra de vivienda principal.
La intención es doble: reemplazar el actual stamp duty por un tributo progresivo, regulado a nivel central y administrado por HMRC, y simultáneamente transformar el council tax en otro gravamen local sobre propiedad. Estas reformas se enmarcan en la preparación del próximo presupuesto de otoño, impulsado por la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, como parte de una estrategia más amplia dirigida a modernizar el sistema impositivo y fortalecer los ingresos fiscales.
Implicaciones en el mercado inmobiliario
Para el sector inmobiliario, el impacto potencial es notable. Actualmente, el sello fiscal penaliza especialmente las transacciones sobre viviendas de alto valor, desacelerando la movilidad en el mercado y encareciendo la adquisición. Sustituirlo por un impuesto anual proporcional podría incentivar una mayor rotación de propiedades, reduciendo distorsiones como el «doble impuesto» en movimientos posteriores.
Algunos economistas respaldan esta transición hacia un modelo más equitativo y económicamente racional. Por ejemplo, David Smith, reputado editor económico del Sunday Times, defiende que ambos impuestos —stamp duty y council tax— deben ser reemplazados por un impuesto proporcional basado en el valor actual de la vivienda, con un tipo sugerido del 0,48% anual. Los promotores de esta reforma —como el think tank Fairer Share— la consideran viable y justa, y apuntan a que sería más transparente que el sistema actual.
Retos y resistencias políticas
A pesar del consenso técnico, los obstáculos políticos persisten. La transición fiscal generaría ganadores y perdedores. Según análisis, un impuesto anual proporcional —por ejemplo, del 0,65%— beneficiaría a muchos propietarios en regiones de menor valor, mientras que impactaría negativamente a propietarios en zonas como Londres, donde los valores son más elevados.
Esto podría generar reacciones adversas, especialmente si los incrementos de costes no se gestionan con equidad ni gradualmente. Aun así, el Gobierno ve estas reformas como una oportunidad para modernizar una estructura fiscal que muchos consideran anticuada e ineficiente, a la vez que refuerza las finanzas públicas frente a previsibles desafíos de productividad y recaudación.
Panorama para el sector inmobiliario
- Movilidad y rotación: eliminar el impuesto al movimiento (stamp duty) podría reactivar transacciones, generando mayor dinamismo en el mercado.
- Costes recurrentes: un impuesto anual, aunque potencialmente más justo, introduce gastos permanentes que deben ser asumidos por los propietarios.
- Distorsiones regionales: las reformas podrían agravar o mitigar disparidades territoriales, dependiendo del diseño de tasas y ajustes locales.
- Efecto en la vivienda de lujo: el impuesto progresivo afectaría especialmente al mercado prime, potenciando su carga fiscal y alterando fuerzas de oferta y demanda.
Estas reformas fiscales se encuentran en fase de deliberación y evaluación política. Un anuncio definitivo podría llegar en el presupuesto de otoño de 2025, aunque su implantación práctica podría requerir más tiempo, incluso en un eventual segundo mandato del Ejecutivo laborista.
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Disclaimer: Este artículo se proporciona con fines informativos únicamente. En ningún caso debe interpretarse como consejo de inversión.